HISTORIA PARA UN DEFRAUDADOR

Andrea, de 6º B ha ganado el VII Concurso de redacción convocado por la Delegación de la Agencia Tributaria de Zaragoza en el marco del Programa de Educación Cívico-Tributaria. Esta es la historia con la que ganó el concurso y un diploma para el centro.

HISTORIA PARA UN DEFRAUDADOR

Un día soleado un hombre muy honesto llamado Iván, iba a comprar un billete de avión para irse a Nueva York por asuntos de trabajo. Cuando lo compró, se fue a su casa para comer y despedirse de su mujer Ana y sus hijos Juan y Rebeca. Estaba ya en el aeropuerto, cuando de pronto empezó a encontrarse muy mal y se fue al médico. Mientras estaba en la sala de espera para recibir los resultados de ese extraño dolor, llamó a su familia para comunicarles lo sucedido.

Cuando llegaron al hospital, la familia de Iván y él entraron a la consulta para escuchar los resultados, el médico les comunicó que tenía apendicitis. Él pidió que le operaran para quitarse ese terrible dolor. Pero el médico dijo que tendría que pagarse él mismo la operación porque no tenía suficiente dinero la sanidad pública para pagar su intervención. El problema que había de que  no tenían los servicios públicos mucho dinero, es porque había muchos defraudadores que no pagaban los impuestos entonces estos no tenían dinero para pagar las operaciones de las personas.

Iván estaba asustado y dolorido, cuando de pronto, se despierta de la terrible pesadilla que había tenido durante la noche.

CARTA AL DEFRAUDADOR

Esta pequeña historia que te he escrito, lo he hecho para hacerte saber que gracias a que no pagas los impuestos, Iván podría haber muerto de apendicitis porque él no tenía dinero para pagar su operación y los servicios públicos tampoco. Y tú te crees que a ti no te perjudica para nada pero eso no es verdad. A ti también te perjudicaría porque si un día por casualidad te roban en tu casa, como no estás pagando impuestos habría menos policías y entonces tardarían más en llegar a tu casa para detener al ladrón, e incluso para cuando llegaran ya se habría marchado el ladrón con lo robado. Con esta carta quiero decirte que tienes que pagar los impuestos, ya no es por el bien de los demás sino por el tuyo también. Porque yo creo que no te gustaría esperar mucho rato para ir al médico, querrías que tus hijos (si tienes) tuvieran plaza en un colegio...Todo esto no pasará si tú pagas los impuestos cuando debes.

NO TE ENGAÑES: SI DEFRAUDAS TODOS PERDEMOS